El 28 de diciembre se conmemora el Día de los Santos Inocentes, una jornada que se caracteriza por la realización de bromas entre amigos y familiares con el fin de disfrutar un rato de risas y buen humor. Sin embargo, hay ocasiones en las que se sobrepasan los límites y las inocentadas se convierten en un hecho perseguible por la ley. Pero, ¿cuándo una broma se convierte en delito?
Legálitas analiza qué bromas pueden vulnerar los derechos de los demás, cómo pueden reclamar las víctimas y las consecuencias para los que las provocan.
¿Se puede gastar cualquier broma con el pretexto de que es una broma? ¿Qué consecuencias puede tener hacer una broma pesada? ¿Y si el que hace la broma es menor de edad? La broma se hace viral en Internet, ¿Qué consecuencias puede conllevar?
Todas las respuestas en este artículo de www.diariojuridico.com.